Cada día, este mundo avanza presuroso hacia un abismo eterno y profundo. Muchos lo hacen con descaro y sin nada de recato, mientras que otros disimuladamente, o a escondidas hacen cosas vergonzosas, seguros de que si nadie los ve, nadie puede condenarlos.
En distintos lugares se están aprobando leyes en favor del aborto, del matrimonio homosexual y demás políticas absurdas en “pro de la igualdad y su derecho a elegir”, poniendo las preferencias y los intereses personales por encima de la moral y del orden natural de las cosas; en consecuencia, cada minuto las cosas se van poniendo peor.
A esas decisiones basadas en criterios personales, que definen lo que es lo bueno o correcto según sus preferencias e intereses, se suma la indiferencia de las gentes que va destruyendo a la sociedad, porque ante los actos perversos, las personas se llenan de miedo, hacen oídos sordos, huyen y guardan silencio, pensando en ellos primero y en sus bienes y familia, sin siquiera pensar que las víctimas también tiene derechos, bienes y seres queridos que también pueden estar en riesgo. Ese pensamiento egoísta termina por hundir completamente a la sociedad.
Toda esa perversión se ha convertido en una caída de agua tan espesa y contaminada, en la que son pocos los valientes que deciden hacer un intento por nadar contracorriente. Ante este panorama, algunos pocos pretenden mantenerse firme en sus principios y dicen ¡Hey, eso no está bien! Pero cuando recibe una crítica o un gesto de desaprobación, asumen que un solo pez no puede ir en contra de la corriente, e inmediatamente ceden a la indiferencia o se resignan para evitar sentirse rechazados por pensar diferente.
¿Por qué me critican? Eso es fácil de contestar, luego de analizar la situación. Cualquiera que decida mantenerse firme en los principios y caminar en obediencia a Dios a pesar de este mundo cada vez más lleno de corrupción y perversión, debe estar dispuesto a pagar el precio de la crítica. Se requiere mucho valor para ser diferente y no dejarse mover por el qué dirán o por las palabras y miradas de desaprobación que inevitablemente vendrán.
Lamentablemente, son pocos los que sinceramente desean defender sus principios, soportando las críticas y los maltratos más severos, pues, la gran mayoría, en su necesidad social de pertenecer a algún grupo dentro de la sociedad, prefiere la sumisión antes que ser exiliado o rechazado.
Aun así hay un pequeño grupo que no se deja arrastrar por la corriente, que han decidido pararse firmemente en sus principios y que han determinado nadar con todas sus fuerzas hasta llegar a su destino.
Las críticas serán inevitables si decides no unirte a ellos. Si deseas mantenerte firme en contra de la corriente de este mundo, si estás preparado para aceptarlo, debes recordar algunas cosas importantes, que serán necesarias para poder continuar:
Persistencia: Si decides soportar las críticas y decir NO, a la corriente del ‘mundo’, debes hacerlo cada día. No es una decisión temporal sino una consigna firme. Jesús dijo “Busca primero el reino de Dios… y todo será añadido”. (Mateo 6:33) Él lo mencionó mientras hablaba de vivir un día a la vez, esto significa que, esa búsqueda de la presencia de Dios debe ser diaria y constante para seguir firme en el camino correcto. ¡Persiste!
Determinación: Hacer lo correcto, no es algo que te hará popular, famoso ni totalmente social, al contrario, frecuentemente serás excluido, rechazado y agredido verbal y psicológicamente, (tal vez hasta físicamente). Generalmente, es un andar solitario. Parece algo bastante desalentador, pero es algo inevitable, que no podemos ignorar. Jesús dijo: “En el mundo tendrán aflicción; pero confíen, yo he vencido al mundo”. (Juan 16:33 RCV) Su promesa es segura, tendremos aflicciones, pero podemos recibir como consuelo, el saber que tenemos una esperanza y una recompensa reservada para los determinados. “Se fiel hasta la muerte, y te daré una corona de vida”. (Apocalipsis 2:10) ¡No te rindas!
Fe: Creer que Dios cumplirá sus promesas aun cuando la situación parezca no tener solución, es una clave que vemos en el caso de Josué y Caleb, cuando fueron a inspeccionar la tierra prometida. En NÚMEROS 14, ellos decidieron creer que si Dios les daba la visión de poseer esa tierra, también les daría las fuerzas y demás provisiones para lograrlo, a pesar, de que el resto del pueblo no estaba de acuerdo y querían matarlos. Pero ellos siguieron creyendo y Dios honró su fe, dándoles la oportunidad de conocer esa nueva tierra más adelante. ¡Ten confianza!
Valor: Habrá muchos conformistas que te ridiculizarán y te desanimarán, ante el mínimo deseo que muestres de ser diferente, pero No dejes que esas cosas te definan. No temas, se valiente para hacer las cosas que ya has decidido, sin importar que seas calificado de “intolerante”, “discriminante”, “pasado de moda” y hasta “arcaico”. Tú has sido ‘creado para buenas obras’, y tienes una guía para vivir sabia y prudentemente en cada página de la Biblia, así que empieza a leerla, instruirte y vivir conforme a la voluntad de Dios y no conforme a las opiniones de los demás.
Recuerda que Dios, es el mismo desde principio hasta la eternidad y su Palabra tampoco cambia. Así que a pesar de las críticas, escoge el bien y avanza como dice Pablo: “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta”. (Romanos 12:2 NVI).
Más Cerca del Cielo | Radio Cristiana que transmite el hermoso mensaje de Salvación con la mejor música, programas en vivo, predicaciones y mucho más. Queremos llevarte ‘Más Cerca del Cielo’. Emisora de la iglesia del MMM 12 de octubre, Bogotá – Colombia.